NO SE PUEDE MÁS CON… Patricia A. Miller

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El pasado mes de febrero se publicó Nunca serás agua y ahora que los nervios que acompañan a cualquier autor/a cuando lanzan su obra al mundo habrán cesado, me parece una buena oportunidad para que Patricia nos hable de esta historia y de lo que le apetezca.

Así que vamos a ello.

-Háblanos de Nunca serás agua. ¿Ha supuesto un reto dar forma a una historia en la que una mujer vive y trabaja en un entorno mayoritariamente ocupado por hombres? ¿A las mujeres se nos exige más?

Escribir esta historia ha supuesto un reto en muchos sentidos, principalmente emocional. Dar forma a un personaje como Megan, con lo complicado que es encontrar información sobre mujeres en los cuerpos de bomberos, fue difícil, y una vez superada la barrera de la documentación, creí que ya estaba la mitad de trabajo hecho. Pero ponerse en la piel de alguien que debe pelear con uñas y dientes por conseguir sus metas laborales no fue un camino de rosas. Además, tampoco podía convertir la novela en una reivindicación feminista sobre lo complicado que es acceder a determinados puestos de trabajo, por lo que la lucha y el sentimiento de superación debían ser sutiles para no cansar demasiado. El mensaje está, eso es evidente, pero prevalecen otros aspectos de la novela mucho más importantes.

¿A las mujeres se nos exige más? Desde luego. Si alguien tiene todavía alguna duda al respecto es que no vive en este mundo. Hemos estado silenciadas y en constante represión durante mucho tiempo. Hay estratos sociales en los que aún no somos del todo aceptadas, pese al esfuerzo, pese a la dedicación, pese a demostrar una y otra vez que la valía no depende del género… Eso debe cambiar. Va a cambiar, confío en ello.

-¿Es esta novela una historia de superación? ¿Qué encierra este libro en su interior?

Sí, es una historia de superación, no solo para los personajes, para mí también. Las personas que me conocen saben que soy muy exigente con mi trabajo y que no me conformo con cualquier cosa. Tal vez sea ese sentimiento el que he volcado en esta historia, el de ver como todo por lo que has luchado se viene abajo y no querer rendirte; el de estar al borde de tirar la toalla para, al final, aferrarte a un mano amiga y salir a flote.

En este caso, ambos protagonistas van a pasar lo suyo, van a tener su cuota de decisiones importantes y de errores inevitables. Pero también nos vamos a encontrar con momentos divertidos, con una familia (la de Megan) llena de matices, con alguna que otra barrera que superar y con un largo camino en cuestiones de confianza. Y amor, por supuesto, uno de esos que se cuece a fuego lento y que, sin ser consciente, te atrapa en su red.

-Cuéntanos quiénes son Megan y Nick por separado y qué representan el uno para el otro.

Megan es una joven sencilla que, un día, decidió seguir los pasos de su abuelo, de su padre y de su hermano mayor y convertirse en bombera. Es la única chica de cuatro hermanos y eso la ha convertido en un poco bruta, con un lenguaje directo y, en ocasiones, un tanto malhablada. Su familia y su trabajo lo son todo para ella, adora el béisbol en general y a los White Sox de Chicago en particular. Su vida sentimental ha sufrido un buen revés y, por si no fuera poco haber pillado a su novio con otra, encima debe trabajar con él codo con codo porque Grant Hogan, el infiel, es su capitán en la 52 de Chicago.

Nick tiene un coeficiente intelectual extraordinario, fue el médico más joven de los Estados Unidos con solo diecisiete años y sus investigaciones en los campos de traumatología y ortopedia le han valido más de un reconocimiento de la comunidad científica. Sin embargo, no es feliz. Su infancia estuvo marcada por el rechazo y por la crueldad de otros niños; su adolescencia en San Francisco la pasó perdido entre libros y estudios; y en la etapa adulta un terrible suceso acabó por hundirlo en la más absoluta depresión. Ahora, unos años después de aquello, Nick es fisioterapeuta en el Delorce Medical Center de Springfield (sí, el Springfield de los Simpson jajaja), evita relacionarse con sus asfixiantes padres y le sobran dedos de una mano para contar a sus amigos.

Como se puede comprobar, Nick y Megan son como el agua y aceite. A lo largo de las páginas de Nunca serás agua sus personalidades chocarán, explotarán, volverán a chocar y acabarán por entrelazarse. Tienen mucho que aprender el uno del otro: la impaciencia de Megan se verá contrarrestada por la calma de Nick, la inseguridad de Nick se hará más liviana gracias a la fuerza que transmite Megan, el carácter cerrado de él se rendirá al extrovertido de ella y esa forma de comunicarse tan particular (a través de post-it’) será fundamental.

-Los personajes secundarios siempre tienen un papel destacado en cualquier historia y aquí no son menos, sobre todo los hermanos de Megan. ¿Sabremos más adelante algo de ellos?

Pues verás, en mitad de la segunda o la tercera fase de corrección, un día se me fue el santo al cielo y me puse a imaginar qué tipo de historia escribiría para cada uno los hermanos de Megan. Apunté en una hoja en blanco las ideas que me venían a la cabeza conforme a la personalidad de cada uno y me gustó lo que salió. Pero no creo que haga un libro de ellos. Como mucho, algún relato que pueda subir a mi web de forma gratuita. No sé, ya se verá.

-¿Qué vamos a encontrar en NSA de ti misma? ¿Cuánto corazón y alma has dejado en ella? Porque sé que no ha sido un camino fácil de recorrer…

Hay mucho de mí en Nunca serás agua. No solo temperamento y sentimiento, sino también frustración y lágrimas. En la última fase de corrección de la novela no recuerdo un solo día en que no pensara en mandar el manuscrito a la mierda y, minutos después, me daba una hostia mental (de esas que me da mi compañera María José Vela de vez en cuando) y me obligaba a seguir adelante. Tampoco recuerdo un día de ese periodo en el que no llorara. Lloro mucho, sí, lo sé, pero es lo que hay jajaja.

Una de las grandes cosas que me ha reportado el mundo de la literatura romántica es haber conocido a Tessa C. Martín. Es gracias a ella que Nunca serás agua se convirtió en lo que es y es a ella a quien va dedicado el libro.

Ha sido duro, para que nos vamos a engañar. No sé si tan duro como la rehabilitación de Megan o como superar el problema de Nick, pero no le deseo a nadie pasar por el estado de confusión, indecisión y agobio por el que pasé.

Por suerte, ya acabó.

-¿Cómo es Patricia A. Miller cuando escribe? ¿Cómo te enfrentas a la hoja en blanco?

Soy metódica, muy metódica en cuanto a la organización de la información, cada vez más. Me gusta tener las cosas claras cuando empiezo a escribir, saber de quién es la historia que voy a contar, dónde va a estar situada, qué aspectos de la vida de los personajes voy a explotar o qué características debo tener en cuenta. Me gusta describir escenarios antes de llevarlos a la historia y para eso me doy largos paseos por las ciudades que saldrán en la novela (el Street View es maravilloso, es como si fuera en coche y pudiera pararme delante de una casa cualquiera y decidir que ahí vive tal o cual personaje). Profesiones, traumas, sucesos, historias del lugar, monumentos a visitar, equipos deportivos locales… todo está organizado por carpetas antes de empezar.

Y luego… LA HOJA EN BLANCO, con mayúsculas. Aquí suelo olvidarme del método y me dejo llevar. Necesito silencio y una idea de partida. Lo demás va llegando día tras día, mes a mes.

-Quiero que nos expliques cómo es eso de que te viene la inspiración mientras conduces…

Jajajajajajaja, raro ¿eh? Pues sí, ha sido así desde antes de que fuera consciente de ello.

Vivo a media hora de mi trabajo y no hay buena comunicación en transporte público, por lo que me veo obligada a coger el coche cada día. Cuando estoy metida de lleno en una historia, suelo analizar lo que he escrito la noche anterior en el trayecto de casa al trabajo. Pienso en el punto en el que me quedé y me imagino qué viene a continuación. Si lo tengo claro, bien; si no lo tengo tan claro, le doy vueltas y vueltas y vueltas y… ¡zas! Siempre, siempre, siempre aparece algo que me obliga a sacar la libreta que llevo en la guantera o en el bolso. A veces escribo en los semáforos, otras me tengo que parar en el arcén; si es algo demasiado largo para escribir, grabo un mensaje de voz y, si no puedo hacer nada de eso, quito la radio y me cuento en voz alta la idea hasta que llego a la oficina y tengo posibilidad de escribirla.

Llámalo inspiración o una gran putada de las musas, pero pasa y es genial.

-Ahora que ha pasado cierto tiempo, ¿qué queda de la Miller de tu primer libro, Algo contigo?

¿Qué ha cambiado en todo este tiempo?

Me quedan las ganas, muchas ganas, y también la inseguridad. Pese a lo que pueda parecer, soy una persona muy insegura y de naturaleza pesimista. Aún me cuesta asimilar que a alguien le guste lo que escribo y sufro una especia de depresión post novela cuando se publica un nuevo libro. Ha sido así desde Algo Contigo y, después de siete libros, creo que eso no cambiará nunca.

En cuanto a lo que ha cambiado… Soy un poco menos ingenua jajajaja. Por suerte o por desgracia, a base de bofetadas y puñaladas se aprenden muchas cosas. También te vas dando cuenta poco a poco de que en el mundillo literario nadie te regala nada, que si quieres publicidad te la tienes que dar tú, que si quieres que te conozcan te tienes que mover, te lo tienes que trabajar. También ha cambiado mi forma de escribir, eso está siempre en constante reciclaje. Me gusta aprender de mis errores.

-De todas tus novelas cuál es la más especial para ti y porqué.

Está de más decir que todas son especiales y que todas tienen algo que las ha hecho indispensables para mí, pero si tengo que mojarme, tengo claro que El infierno en tus ojos y Solo 3 segundos son mis niñas bonitas.

La primera porque el trabajo de investigación junto a Reporteros sin Fronteras me dio una nueva perspectiva sobre los grandes problemas del tercer mundo. Aprendí mucho, pero también sufrí lo que no está escrito.

La segunda es especial por la carga sentimental que volqué en ella, porque, siendo la más sencilla de mis novelas, es la que más dentro me llegó.

-Vamos a hablar de tu estilo a la hora de escribir. ¿Qué es más importante para ti a la hora de crear un clima en una novela: los diálogos o esas escenas en que una mirada vale más que mil palabras? ¿Crees que la excesiva narración puede arruinar una historia?

Ayyyyy, esas escenas… ¡Qué grandes escenas! Jajajajaja.

Un buen diálogo te puede hacer reír, llorar, cabrearte, hasta querer matar a los protagonistas, pero esas escenas de las que hablas son las responsables de transmitirte sentimientos, de ponerte el vello de punta, de desear estar en la piel del personaje. Esas escenas son las culpables de muchos suspiros y las que provocan la resaca lectora que se te queda cuando llegas a la última página y aceptas que se ha acabado la historia. Creo que está bastante claro qué es más importante para mí jajajaja.

En cuanto a la excesiva narración, sí, páginas y páginas de narración sin un diálogo que las acompañe puede mandar al traste la historia más prometedora del mercado. Hay que buscar un término medio.

-¿Hay algún subgénero con el que no te hayas atrevido todavía, pero que tengas en mente para más adelante?

Hay un subgénero de la romántica que me gusta muchísimo: la histórica, pero no me veo escribiendo romántica histórica. Le tengo un profundo respeto a las épocas pasadas y me entran los siete males solo de pensar en meter la pata en algo tan fundamental como un título nobiliario jajajaja.

No puedo decir “de esta agua no beberé”, pero, de momento, me quedo donde estoy ;).

-Tú que has sido CM de una editorial, ¿qué se necesita para que un libro llame la atención del público? ¿Cuál es el manual de la buena CM?

No existe una fórmula que te asegure el éxito de una promoción en redes sociales. Lo que sí sabemos es que la atención se capta por el ojo y que, si quieres vender algo, te tienes que currar lo que quieres ofrecer y la forma de ofrecerlo.

Con los libros, uno de los principales factores a tener en cuenta son las imágenes publicitarias que acompañan al mensaje. Una portada bonita y llamativa, por norma general, capta nuestra atención de inmediato. Si además te trabajas un buen texto, bien escrito, no excesivamente largo y con un toque de picardía, perfecto. ¡Que no se os olvide añadir el enlace al lugar de compra, por favor! Nada te garantiza que el libro se vaya a vender más o menos, ni siquiera que te vayan a desbordar con comentarios y likes, pero la imagen prevalece, se comparte y eso genera interacción.

No sé si existe un manual de la buena CM jajajajajaja, pero sí es cierto que algún que otro/a CM debería revisar sus formas y formarse en el tema. No todo vale.

Preguntas rápidas:

-Algo que NUNCA saldrá en tus novelas. Uff, nunca, nunca… Nunca se sabe jajaja.

-Algo que SIEMPRE saldrá en tus novelas. Mujeres fuertes.

-Canción que más veces has escuchado mientras escribías. Torn, de Natalie Imbruglia.

-Lo mejor y lo peor que te han dado las RRSS. La gente que he conocido, en ambos casos.

-En el amor NUNCA… debe faltar la sinceridad, aunque a veces duela.

-En el sexo SIEMPRE… respeto, por favor.

-La primera persona que lee mis libros es… alguna lectora 0, la más rápida.

-Un libro al que recurras cuando quieres desconectar de todo y sabes que te da lo que necesitas en ese momento. Los renglones torcidos de Dios, de Torcuato Luca de Tena.

-Sabiendo lo que significa para mí la expresión que da título a esta sección, ¿A qué dices tú, NO SE PUEDE MÁS?

A ese pellizco que te da en las entrañas cuando lees una escena de esas de las que hablábamos antes. Ese pellizco y ese no sé qué, sí, sí, ese…

-Para terminar, me gustaría pedirte que nos leyeras un extracto de la novela. El que más te guste o el que creas que refleja el sentir de los protagonistas.

Gracias por esta estupenda entrevista y por compartir un trocito de ti con nosotras las lectoras.

Aquí en el blog tienes tu casa, Patricia.

Gracias a ti, por todo, ya lo sabes.

Mysticnox

8 comentarios

  1. No veas Noe menuda entrevista, esta genial y pinta muy bien el libro, habrá que meterlo en la lista, muy muy buen post guapa

  2. Bravo las dos. Gran entrevista y gran entrevistada

  3. Maribel (Vanedis)

    Qué genial entrevista, muchas gracias a ambas. He flipado con lo de su «momento coche», jajaja!, ay, madre, que cualquier día le cuesta una multa, eso de anotar algo en una libreta….
    Y como soy de naturaleza tocapelotas, mira, ahora me voy a las redes a pedirle que nos escriba una novela histórica…de todas formas, yo creo que le saldría de maravilla.
    Besos a las dos!

    • Gracias, Maribel. Más adelante habrá que recordarle lo que ha dicho en esta entrevista, jajajaja.

      Un beso.

  4. XDDD Manual de una CM, no pinta mal eh?
    Me imagino a Patricia en el coche y con una bombilla sobre la cabeza XDDDD
    Próxima parada, novela histórica! 😉
    Muy buena entrevista me ha gustado conocer más íntimamente a Patricia ^^

    Muuuaks ;-****

Comentarios:

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