«Reina (Trilogía Mount 2)» de Meghan March

Sinopsis

«Soy su entretenimiento, su juguete, el pago de la deuda.

Me digo que le odio, pero cada vez que entra en mi habitación, mi cuerpo me traiciona. ¿Cómo puedo desearle y temerle al mismo tiempo?

No me di cuenta de que esto sería una completa anarquía. Debería haberlo sabido. Cuando interviene Mount, no hay reglas.

No me rendiré. No mostraré debilidad. Me mantendré firme y saldré de esta empresa con mi corazón y mi alma intactos.

Pero él tiene otros planes…»

Mi opinión

Ya comenté en la reseña de Rey que me iba a poner con la segunda parte porque se quedó en un momento muy interesante y porque además ha salido una entrega muy seguida de la otra, cosa que agradezco enormemente a la editorial por el detalle de no tener a las lectoras a punto del desvarío por no poder seguir la historia.

Esta segunda entrega no decepciona en ningún momento, es más, sigue la linea de la anterior en cuanto a las emociones fuertes que vamos a vivir.

No puedo desvelar mucho del inicio porque sería un spoiler, pero aparece un personaje que no esperábamos y que intenta desestabilizar a Keira, pero nuestro Lachlan tomará cartas en el asunto porque no quiere que nada la dañe.

El título de esta segunda parte es muy acertado a mi modo de ver. Aquí vemos a una Keira que se crece, se reafirma en su posición de mujer de negocios y es capaz de gritar a pleno pulmón a Lachlan Mount para llamar su atención cuando nadie en el mundo se atreve. Como dice Mount en alguna ocasión es una digna reina que no se amilana frente a su rey.

En este libro seguiremos encontrando una fuerte lucha de voluntades que hacen que te enganches a sus páginas pero sin perder de vista que poco a poco va habiendo algo más que el magnífico, deslumbrante y arrollador sexo que Mount proporciona.

No es solo una lucha entre su afán de tener la última palabra y de doblegar al otro a los propios deseos, sino es una lucha interior consigo mismos. Es el no querer pensar en lo que la otra persona está empezando a significar, el no querer saber porqué se buscan con la mirada, el porqué le  molesta a Keira que después de una sesión de sexo explosivo la abandone, cuando en realidad lo hace por lo mismo que ella no quiere ni pensar que está ocurriendo entre ambos… porque aceptar que sienten algo el uno por el otro les puede destruir. Y no solo hablo de que se les rompa el corazón, sino de jugarse la vida y ponerse en el punto de mira de las mafias que encontrarán una  debilidad en Mount que antes no tenía.

Pero Keira no tiene ninguna oportunidad, de hecho no la ha tenido desde que conoció a Mount, como siempre le llama, ya que no utiliza su nombre sino su apellido. Él es el único que le ha dado lo que siempre quería, lo que ha anhelado como mujer en el sexo y además la anima a triunfar en los negocios, a diferencia de lo que hacía su ex marido.

Por eso a pesar de que todo sigue igual, la deuda, el negocio… ya nada es lo mismo. Poco a poco todo cambia entre ellos y cada uno lo lleva a su manera porque quieren luchar contra ello.

Los hombres de confianza cercanos a Mount, se han dado cuenta ya y Keira intenta poner barreras, a veces lingüísticas, a veces físicas para alejarse de lo que empieza a sentir. Sin embargo un viaje a Irlanda, en el que quizá es el único lugar en el que pueden ser simplemente un hombre y una mujer, les reafirmará en sus sentimientos y entenderemos porqué Keira le llama por su apellido.

Como en la anterior entrega, Lachlan nos regala una escenas de sexo y de un hablar sucio que ejecuta a la perfección y en el momento exacto que nos tienen dando palmas de felicidad a cada momento que se producen. De nuevo he hecho la croqueta con este libro, porque a pesar de que vamos viendo a otro Lachlan, el que ES es y NO SE PUEDE MÁS.

Si cuando acabé Rey me quedé ojiplática, en esta ocasión ha sido peor. El final es doloroso y nos deja con un sufrimiento terrible, no solo por cómo acaba, sino porque aún falta un mes para el último libro y no sé si mis queridas compañeras de lectura y yo podremos soportarlo.

Maravilloso Lachlan y maravillosa Keira, NO SE PUEDE MÁS con ninguno de los dos.