«Azul Estocolmo» de Carmen Sereno

Sinopsis

«Él y yo volveríamos a encontrarnos en cualquier otra vida.»
Ana Luna ya no trabaja en Laboratorios Grau. Es hora de buscar un nuevo empleo y sacarse a Eric de la cabeza. Y del corazón. Pero, ¿cómo se puede olvidar a alguien que se ha metido en lo más profundo de tu ser? Cuando por fin empieza a ver la luz al final del túnel y a recuperar el control de su vida, la repentina aparición de Eric y su inesperada propuesta pondrán a prueba su voluntad.  
¿Aceptará Ana que su síndrome de Estocolmo nunca se irá?

Mi opinión

Cuando Principal de los libros anunció que se adelantaba la publicación de Azul Estocolmo, yo daba saltos de alegría porque después de cómo me dejó el final de Maldito Síndrome de Estocolmo, me veía llorando por las esquinas esperando la continuación, por suerte se apiadaron de las lectoras como yo y aliviaron nuestro sufrimiento.

Ha pasado un mes desde que Eric Grau nos dijera aquellas malditas palabras y ni Ana Luna ni yo hemos conseguido rehacernos (porque esto es así). Ana trabaja en una consultoría en la que no está nada agusto ni con el trabajo que desempeña, ni con los compañeros con los que apenas se relaciona, sin mencionar a su jefe. Sin embargo el trabajo es lo único que le permite desconectar la mente de Eric. Intenta obligarse a ser una nueva Ana, a no quedarse en casa, a vivir y cuando cree que lo está consiguiendo, aparece de nuevo Eric en su vida solicitando su ayuda, poniendo todo patas arriba otra vez.

Así iniciamos Azul Estocolmo. Y así nos mete de nuevo Carmen Sereno en la vida de esta pareja, con una forma de narrarnos el amor muy diferente a lo que se acostumbra.  En esta nueva entrega ambos personajes mantienen las esencia del anterior libro. No nos olvidemos de que ha pasado poco tiempo, por ello el dolor y también el amor y ese síndrome de Estocolmo siguen igual de vivos. Eric intenta por todos lo medios tener contacto con Luna, porque quiere hacerse perdonar pero el miedo de ella a sufrir y saber que si vuelve a fallarle no podrá recuperarse es muy fuerte, tanto, que de nuevo nos vemos envueltos en esos tiras y aflojas, en esas palabras que se desea escuchar pero que a veces, no convencen. Eric demostrará a Luna su arrepentimiento y dejará que su verdadera personalidad, esa que enamoró a nuestra protagonista y a las lectoras salga a la luz. Y aunque en ocasiones se muestre muy terca, es imposible que no derribe sus murallas y se entregue al amor que siente por él, porque es inevitable tanto para ella como para nosotras, las sufridas lectoras.

El libro tiene un ritmo que engancha, con esa forma de escribir de la autora que tan pronto nos habla de los sentimientos tan intensos de Luna como de la situación laboral en determinadas empresas, como siempre con esa sencilla pero efectiva crítica social. La historia en esta novela adquiere un matiz más íntimo, más de sentimientos, más de entender a Eric y a Luna, más de que se complementen como pareja y visualicen un futuro juntos, siempre y cuando se enfrenten a sus temores. Porque anhelan tanto el estar juntos como temen el momento de enfrentarse a todo, limpiar el nombre de Ana Luna en los laboratorios Grau y que se descubra la verdad.

Viajaremos a Estocolmo, disfrutaremos de sus costumbres y maravillosos paisajes con los que soñaremos con visitar y descubriremos más en profundidad a ese Eric, divertido, atento, cariñoso que se esconde ante su padre y que disfraza con la máscara de empresario frío y distante.  Conoceremos al Eric que es, que debería ser siempre y que debe alzar la voz para ser reconocido y por fin vivir como desea. Por ello la historia va evolucionando en ese sentido, va increscendo en cuanto a sentimientos y a vencer los miedos siendo valiente. Las escenas íntimas están llenas de intensidad, de ardiente amor, de pasión sin medida que muestran lo que sienten el uno por el otro.

Al acabar el libro y hacer balance, te das cuenta del diferente tono que adquiere la lectura al principio y cómo se llega a ese final. Como también la evolución de Luna y Eric. Van entendiéndose, son capaces de comprender al otro y a sus reacciones y en definitiva complementarse. Ambos personajes adquieren una madurez que les permite ponerse en la piel del otro y ayudarse a buscar lo que necesitan para ser felices.

Para mí ha sido una lectura muy de sentimiento en esta ocasión. Carmen Sereno tiene una forma de escribir, de expresar los sentimientos tanto de Eric como de Luna que conecta muy bien con mi  forma de ser y sentir. Los personajes los he hecho muy míos porque en seguida empaticé con ellos de una forma o de otra. Son como son, con sus imperfecciones pero ambos tienen un síndrome de Estocolmo y eso les lleva a cometer locuras, a enfadarse y sin embargo no pueden evitar sentir lo que sienten.

Los diálogos son rápidos, inteligentes, sinceros, llenos de rendición, de amor, de promesas, de verdad, me han parecido tan reales como los que se podría escuchar entre cualquier pareja y llegan a removernos por dentro en más de una escena.

Me ha gustado  mucho ese epílogo en el que de una forma sencilla se nos hace partícipes del momento de felicidad de la pareja que hace que nuestro corazón, ahora ya de color azul Estocolmo, se llene de paz y sonría.