Pongamos que me pone.

Leyendo novela eróticaPongamos que leemos una novela erótica. Una de las nuevas, aunque tenga dos o tres años. Sí, las considero nuevas. Porque libros de este género han existido desde hace mucho. Mi madre ya tenía novelas de Jazmín y similares, en las que el sexo era más o menos explícito.

Bueno a lo que íbamos. Pongamos que la leo y que me encanta. En todos los sentidos… Y que igual que me pasa a mí, le pasa a millones de lector@s. Empieza a tener éxito y como no, a consecuencia, a llover críticas. A todo, a la escritora, a la novela, al tipo de lectura, a la gente que lo lee. Nadie está a salvo.

Pregunto: Cuándo alguien escribe una novela de ficción ¿en qué sentido lo hace?, ¿para qué?… Pues sí, para que la gente lo lea y disfrute de su lectura. Porque aunque el libro no merezca pertenecer a los grandes clásicos de la literatura su trabajo ha costado crearlo. Entonces toda esa gente (la mayoría hombres, ahí lo dejo…) intentan «avergonzar» con calificativos del tipo «Porno para mamás», «porno light» etc… a las lectoras.

¡Qué malo es el complejo de inferioridad! Vamos a ver señores, que ustedes (la educación ante todo), llevan años viendo, comprando y «leyendo» todo un mundo de porno dedicado a los hombres. Que les pone, no hay dudas al respecto. ¡Y no pasa nada! ojo, Dios me libre de criticarlos. En consecuencia ¿que hay de malo en que nosotras encontremos algo que nos guste y pongamos que nos pone? Al final el resultado lo disfrutaremos todos.

Conclusión, menos criticar y más disfrutar.

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