Killian es sin duda el peor personaje que he conocido y sin embargo Rina Kent ha conseguido que le adore literariamente y que me haya enganchado a su páginas solo para descubrir cuán ágil es la mente de este depredador y cuán hábil puede ser la mente de una presa que en el fondo no quiere huir.

Desmon y Tara han conseguido conquistar mi corazón que ha sufrido con las puñaladas de él y el temor de ella pero Tessa siempre sabe darme un poco de cada cosa para mantenerme pegada al libro y ansiar la siguiente historia.

Esta novela no habla solo de un romance adolescente, sino del miedo a amar, a no sentirse amado, al abandono. De la confianza, de la amistad verdadera, de la salud mental y de cómo afrontar los traumas del pasado.

Es una novela de suspense romántico en la que todos los ingredientes no solo están bien equilibrados si no que acaparan el mismo interés para el lector. Es una historia impecablemente bien escrita y narrada apoyándose en reflexiones cotidianas que te hacen valorar a los personajes y cuestionarte a ti mismo. Maravillosamente ambientada en Japón con un romance lleno de sentimiento, atracción, madurez y la necesidad vital de proteger al otro a toda costa.