DESCUBRIENDO A… Ester Isel

Ester Isel es la reciente ganadora del VII Premio Kiwi de novela romántica con “Un instante para ser nosotros”.

Hoy 20 de abril se publica solo en digital esperando su lanzamiento en papel cuando todo vuelva a la normalidad que esperemos sea pronto.

Os dejo la entrevista para que conozcáis a la autora, nos hable de la novela y de sus personajes.

En tu biografía dice que eres publicista. ¿Cómo una publicista que además es comentarista de deportes femeninos acaba escribiendo novela romántica? ¿Quién es Ester Isel?

Escribir es mi gran pasión desde muy pequeña, por lo que todo ha resultado muy orgánico. Empecé a los ocho o nueve con poemas y relatos cortos. Más, tarde, en el instituto, tuve la suerte de que mi profesora de Literatura nos animase a leer y contar historias. A base de robarle horas a los veranos para regalárselas a las letras, surgieron una trilogía de ciencia ficción, un manuscrito juvenil, un thriller y Un instante para ser nosotros. Precisamente la vertiente creativa de la carrera fue lo que me impulsó a estudiar Publicidad, y los deportes femeninos me ayudan a desconectar en mi tiempo libre, son oxígeno y adrenalina.

En resumen, Ester Isel es una chica de veintinueve años con una libreta llena de ideas, ganas de explorar diferentes géneros y mucha ilusión al recibir la oportunidad de publicar su primera novela gracias al Premio Kiwi RA.

¿Un instante para ser nosotros es tu primera novela o habías escrito algo anteriormente?

Es mi primera novela publicada, aunque en el cajón guardo muchas más a la espera de su momento.

¿Cuándo y cómo surgió la idea de presentarte al premio Kiwi?

Fue un impulso, y creo que en mi caso las cosas que surgen sin pensarlas demasiado son las que salen mejor. Coincidió que había terminado las correcciones de la novela, vi abierta la convocatoria y consideré que encajaba con las bases.

Háblanos de la trama de la novela y cuál fue la idea que te impulsó a escribirla.

Un instante para ser nosotros desprende rock a través de sus páginas y habla de un amor de verano que deja huella en la piel. Nos invita a reflexionar sobre los fantasmas del pasado, la persecución de los sueños y el modo en el que medimos el tiempo. ¿Con años? ¿Con experiencias? ¿Con emociones? De ahí surge el conflicto inicial de la diferencia de edad y no se me ocurre un fragmento más acertado para escenificarlo que este, donde Alan diluye sus recelos al enamorarse de Olivia: «Ella es joven, y yo lo soy a su lado. No hay que temer a una edad; es tan subjetiva como alguien que ha llenado ochenta años de aire y se queda sin aliento tan solo un segundo. Puede que sufrir no equivalga a vivir, que soñar alargue la existencia porque la felicidad es más poderosa que la aflicción.»

Olivia y Alan son los protagonistas de esta historia. Entre ellos hay diferencia de edad ¿Va a ser importante en su relación o es solo el punto de partida?

La diferencia de edad es el eje central de la novela y algo que he intentado reflejar en el modo de escribir los capítulos de ambos. Alan es más reflexivo, intenso y pesimista, mientras que Olivia y su mejor amiga Ella son luz, locura, ensayo y error. Además de los doce años que les separan, lo que más interesante me resultó fue plasmar la idea de que se encontrasen en un momento distinto en la vida, con prioridades y experiencias dispares.

En la sinopsis se habla de casualidad. ¿Las coincidencias o casualidades existen o hacemos que existan? ¿Crees tú en ellas?

Diría que una mezcla. Cuando nos va bien queremos ser artífices de las cosas que nos ocurren, pero cuando nuestros planes se truncan preferimos culpar al azar. Creo que las coincidencias tienden a sorprendernos, aunque es mucho más divertido trabajar y perseguir aquello que deseas para no depender de factores externos que son imposibles de controlar. Me decanto por la relación de causa y efecto. Por el contrario, en la novela las casualidades juegan un papel vital y a menudo se nombra a ese destino responsable de que los protagonistas colisionen en busca de un instante en el que convertirse en plural. Es una visión mucho más poética y romántica, una metáfora de que dos personas pueden superar adversidades y avanzar hacia un camino común.

Me gustaría que nos vendieras tu novela. ¿Porqué debemos leerla? ¿Qué destacarías de ella? ¿A qué tipo de lector va destinada?

Resulta complicado ser objetiva porque en cada párrafo de esta novela puse ilusiones y muchísimo cariño. De hecho, durante las correcciones rompí a llorar al leer la frase «Los deseos no se gastan, solo esperan ahí, haciéndote compañía hasta que se cumplen», unas palabras de ánimo que, sin darme cuenta, me estaba escribiendo a mí misma. Creo que es una buena elección para aquellos que busquen una lectura fresca con pinceladas poéticas y toques new adult. Más allá de la historia de amor, Un instante para ser nosotros retrata a una protagonista femenina con ambiciones y determinación para alcanzar sus metas. Además, los personajes secundarios aportan un arcoíris de humor que contrasta con la intensidad de Alan y Olivia.

Para finalizar me gustaría que nos dejaras un extracto de la novela. El que pienses que refleja más emociones o el que más te guste para así poder acercarnos más a esta historia.

Le tengo especial cariño a las primeras líneas de la novela, espero que las disfrutéis:

«Olivia tiñe mi lengua de nostalgia, colorea madrugadas con su nombre y me acaricia las entrañas colándose entre melodías de Bowie, Springsteen y Queen. Es contingencia y perdición, la chica que hizo magia con los números y trazó un «enamorado» en mi piel animándome a acallar el dolor de las ausencias. Ella despierta sentimientos aletargados con experiencias nuevas y yo, que creí haberlas probado todas a mi edad, me descubro borrando la retahíla de términos que colocaba al lado de minombre para definirme. Alan frustrado. Vacilante. Crítico. Obsesivo. Sagaz. Y ahora, jodidamente enamorado. Con Olivia no hay alternativa. Palpitar es una reacción, el instinto de supervivencia gritándome que salte al vacío y arriesgue lo poco que me queda para alcanzar lo inimaginable, un acto reflejo que toma las riendas sin consultar con la conciencia. Enamorado. Lo estoy, de cada uno de los aspectos de mi vida. Del confort de un trabajo sin horarios que me pone a prueba a diario, incluso cuando me genera ataques de histeria esporádicos y determina qué hacer con mi autoestima. «¿Vas a lograr un párrafo decente o diez de pésimo contenido y carentes de significado?». No importa porque pienso en Olivia y mis comisuras se elevan en una sonrisa, relativizo los bloqueos equilibrando la balanza con su presencia y los metros desocupados de mi ático no me zarandean con el eco de la soledad.

Ya no soy Alan LeBlanc, el escritor o Alan a secas. Así lo he plasmado en cada una de las páginas de mi próximo libro, el cuarto, cuyo prólogo ha contado con infinidad de modificaciones a lo largo de los últimos meses.»

Muchas gracias Ester por la entrevista y te deseo mucha suerte en esta aventura en la que te has embarcado.

Muchísimas gracias por cederme este espacio, me ha encantado responder las preguntas y volver a pensar en Alan y Olivia, en ese verano en Sivard que se quedó un pedacito de mi corazón.

2 comentarios

  1. Muy buena entrevista Noe, anotada queda para próximas lecturas, besos y buen post

  2. Gracias por la entrevista, a ambas. Lo cierto es que no conocía a Ester, ni sabía que había resultado ganadoras del Certamen de Kiwi, así que la felicito por el premio.
    No me importaría en absoluto leer esta historia y ver cómo la pareja sortea el obstáculo de la diferencia de edad…12 años son muchos años de diferencia!! Ya sabes que soy mucho más de histórica que de contemporánea, pero de vez en cuando, me gusta hacer alguna excepción.
    Un beso!

Comentarios:

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