Cada año que voy al RA me llevo unos recuerdos fantásticos que me hacen darme cuenta de la suerte que tuve aquel día que navegando por los blogs me encontré con ciertas personas que hoy puedo considerar amigas y a las que quiero mucho.

Tirando del anzuelo de Kristan Higgins es un libro que me ha encantado, aunque la trama no tenga giros argumentales inesperados, me ha ofrecido una diversión que necesitaba.

Flores en la tormenta de Laura Kinsale me ha gustado por una trama novedosa, al igual que sus personajes que destacan por su coherencia. No he conectado con la protagonista pero la escena final y el epílogo dejen un buen sabor de boca.

Elisabet Benavent tiene esa facilidad, de la que no dispone mucha gente, para imbuirte en una trama en la que nada es lo que parece. La trilogía empezó muy bien y, para mi gusto, se fue desinflando a medida que avanzaba.

Siempre empezamos el año con nuevos propósitos, esas buenas ideas que sabemos que no vamos a conseguir, o por lo menos no todas, pero que siempre nos animan. Así que este año he decidido apuntarme al Reto Rita La Cantaora.

Os animo a leer Heridas de amor y de guerra. Una gran historia de amor con una cuidada ambientación y exhaustiva documentación tanto de la Guerra de Crimea como de los inicios de la enfermería.

Esta historia emana belleza, arte, sexualidad y sensualidad en cada una de sus páginas.

Hoy os traigo al que sin duda es uno de los prototipos de protagonistas con los que más disfruto. En esta ocasión es Evan, de la novela "Instante" de Patricia Marín.

Trama bien elaborada, narración cuidada, alta dosis de aventura y acción que te mantiene en vilo, y unos protagonistas que luchan por sus ideales aunque eso suponga, a veces, dejar de lado el amor.

Solo una aventura, de Calista Sweet, es una historia amena, entretenida, con una narración ágil y unas batallas dialécticas entre los protagonistas que te hacen sonreír.