«Trilogía El límite» de Eve Berlin

MI SINOPSIS:

Tres libros que nos hablan de deseo, placer y tentación, mezclados con altas dosis de erotismo y salpicados con un poco de BDSM.

MI OPINIÓN:

Puesto que son trilogía y son cortitos, he pensado hacer una reseña conjunta porque lo que de verdad importa aquí no es QUÉ se cuenta si no CÓMO se cuenta.

Ha sido una lectura conjunta con mi querida Yola y esta vez se nos ha unido Patricia A. Miller. Las que nos conocéis un poco sabéis de nuestro gusto por la erótica. Si bien escogimos esta lectura para desconectar de lo que veníamos leyendo, no sabíamos realmente a lo que nos enfrentábamos.

Estos libros nos han gustado mucho, no por las historias en sí que son muy sencillas y algo trilladas, si no por unos protagonistas que sinceramente nos han vuelto locas completamente y por ello la reseña solo se basará en lo que nos hicieron sentir estos chicos. Y por supuesto en clave de humor, recordadlo.

El primer libro es El límite del placer.

En él conoceremos a Alec y a Dylan, ambos escritores, él de thriller y ella de romántica-erótica. Se ponen en contacto porque ella necesita documentarse para su nueva novela sobre el mundo del BDSM y Alec, según le han comentado, es un dominante sexual con buena reputación. Al conocerse una extraña química fluye entre los dos y Alec la invita a que investigue ese mundo desde dentro y que se deje llevar por él y como no podría ser de otra manera, ella consiente. (Y quién le diría que no, a ver, quién…)

Desde el momento en que Alec aparece en escena, Yola, Patricia y yo nos convertimos en la protagonista de forma inmediata y sin remedio. Tan solo la descripción inicial de cuando Alec se baja de la moto en la que acude a la cita, está narrada de una forma que no puedes si no sentir un anhelo y una electricidad por todo el cuerpo que te crea una expectación inusitada. A Dylan le iba el corazón a mil pero nosotras no éramos menos. Lo que sucede a partir de ese momento es una vorágine de sensaciones en las que Alec se va a convertir en el hombre soñado por cualquier mujer. Como he dicho en GR es un protagonista que se merece todas las estrellas.

Nos sume en el mundo de la dominación de una forma que no deja que nuestro cerebro pare ni un momento, nos seduce con su palabra y nos tiene a su merced de una forma que nos hace enloquecer por completo. Pero si hay algo a destacar de Alec son sus manos. Sí, amigas, tiene una manos generosas, dominantes, grandes y con una experiencia que jamás conoceremos otras iguales. Nos toca por todas partes con una gran maestría y siempre preocupado por nuestro placer y nuestra seguridad. Es lógico y normal que Dylan se enamore de él porque chicas no hay para menos…

El segundo libro es El límite del deseo.

Aquí conoceremos a Dante, amigo de Alec, y a Kara. Ambos se conocen del instituto, donde una vez Dante la defendió de un novio que la menospreciaba. Kara, siempre ha estado colada por él, como un amor platónico, algo inalcanzable, casi lo mismo que sentía Dante. Al encontrarse en una fiesta organizada por amigos comunes, surge en ellos un deseo irreprimible de vivir ahora de adultos lo que de jovencitos no les fue posible.

Dante al igual que Alec es un dominante sexual muy preciado y al encontrarse con Kara percibe la sumisa que hay en ella. Kara siempre ha deseado cosas en el sexo por las que se ha sentido avergonzada puesto que su novio la abandonó por esas fantasías perturbadoras y que él no comprendía. Siente que nadie será capaz de entenderla ni amarla, pero claro hasta que entra en acción Dante.

Si Alec es conocido por sus manos, Dante lo es por su lengua voraz. Es que no se puede decir de otra manera (sí se podría decir pero quedaría menos fina). Ojo que tiene una manos maravillosas y certeras también pero la generosidad que le imprime a esa lengua no tiene parangón. Si a esto le sumamos que le gusta azotarnos a la vez que devorarnos y tocarnos, nos sumimos en ese subespacio de placer, inconsciencia y en el que nos sentimos tan libres que nos dejamos llevar por Dante una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez porque la generosidad de este maromo no tiene fin. Simple y sencillamente nos da vueltas la cabeza como a la niña del exorcista, nos salíamos de nuestro cuerpo como Santa Teresa de Ávila con ese éxtasis continuado en el tiempo. Así que por fin Kara encuentra a quien le da lo que andaba buscando. Y nosotras quedamos absoluta y totalmente prendadas de este hombre que hace de darnos placer con la boca su principal misión en la vida. ¿Cómo no íbamos a hacerle la ola? Premio CUM LAUDE a la escena que transcurre en un restaurante italiano de mantel largo y blanco en el que Dante, con sus palabras y sus manos nos sume en un estado que no se puede, no se puedeeeee.

El tercer libro es El límite de la tentación

La protagonista de esta historia es Mischa, amiga de Dylan, que acude a Seattle para ayudar con los preparativos de la boda de su amiga y porque va a abrir otro estudio de tatuajes allí con su mentor. En esos preparativos conocerá a Connor (amigo de Alec) con el que establecerá una conexión inmediata pero a ambos les costará abrirse uno al otro.

Connor es sin duda el más diferente de los tres. También es un dominante sexual como sus amigos pero él va más allá en sus prácticas sexuales. Es realmente un huracán que arrasa con todo a su paso. Es muy intenso, duro, apasionado, salvaje, primitivo y con un hablar muy sucio durante el sexo. Connor utiliza todo lo que está a su alcance para dar placer: manos, dedos, boca, lengua y su cuerpo entero pero ojo con pedir algo… Él sabe lo que necesitamos en cada momento que si un pellizco, que si unos azotes, que si nos muerde, que si nos hace sucumbir en una espiral de placer pero siempre cuando él lo crea oportuno, no podemos pedir las cosas ni siquiera por favor porque retrasará el momento hasta el infinito porque en eso es un MAESTRO. Sí señor, se lleva nuestro premio a la maestría en cuanto a la ejecución en las artes amatorias.

Nosotras tres, que somos fanáticas de lo sensual, hemos enloquecido total y absolutamente con Connor y su forma de actuar en cuanto al sexo. Ha sido el Huracán de Seattle. Hemos despertado en él unas corrientes de lujuria que ni él mismo podía contener, así que no es extraña esta intensidad descontrolada hacia nuestra persona.

En definitiva hemos disfrutado muchísimo con Connor porque no nos ha dejado parar, no nos ha dado descanso y nos hemos entregado a él como no podría ser de otra forma. Nos hemos rendido a esas palabras dichas con la intensidad adecuada para convertirnos en lava líquida.

Para que lo entendáis, hace de un “Hola” un saludo inolvidable en el que los orgasmos nos arrasan uno detrás de otro, digo yo que será para que la cena transcurra más relajada y ya sepamos lo que nos espera después, no vaya a ser que nos lo estemos preguntando y no quiere él que tengamos esas inquietudes. Así que nos hace el del JELOU (hola en inglés, por si os habéis perdido) y luego ya seguiremos…

Ha sido una lectura conjunta divertidísima, llena de mensajes de voz en el whatsapp que nos han hecho llorar de la risa y queridas mías eso es lo que debería suceder cuando una disfruta leyendo y lo comparte con amigas. Así que esta vez la puntuación va para mis compañeras de lectura y los maravillosos momentos compartidos.

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