Un año más, Teresa Cameselle ha convocado a blogueros para publicar un microrrelato de terror. El HALLOBLOGWEEN. Este año la temática es: ¿LOS ZOMBIES HAN MUERTO?
Aquí os dejo mi humilde aportación.
El año pasado también participé con otro relato de zombies, por si no os quedáis satisfechos.
Y no dejéis de visitar a los demás blogs que han contribuido con la iniciativa, los tenéis aquí.
Feliz #Halloblogween2015
Todos tenemos hambre
El más alto empezó a morder el muslo de la joven, arrancando grandes bocados de la tierna carne. El otro, bastante mayor y enjuto, seguía royendo lo que quedaba de brazo.
Fuera, una veintena de muertos vivientes golpeaban las puertas, asomándose por los pequeños huecos que había en la madera, mientras proferían gruñidos e intentaban acceder a la cabaña. No habían perseguido durante horas a aquella chica para que otro cobrase el premio. Si existía la mínima posibilidad de comer seguirían intentando entrar.
Dentro, los comensales continuaban con el festín. De forma metódica y pausada, como si no fueran acosados por una horda de depredadores, consumían la carne cruda. Empapados en sangre, con la mirada perdida, masticaban y tragaban.
—No tardarán en entrar —murmuró el más alto al tiempo que se limpiaba las manos con el vestido floreado de la joven.
—Dejemos algo para ellos. Así podremos salir sin problemas —miró a su alrededor y vio una bolsa de plástico en un rincón. La señaló con la cabeza—. Mete ahí algo para el camino.
Los golpes se intensificaron, el olor a sangre y vísceras era vomitivo, pero para los seres de fuera no había mejor aliciente.
—¡Silencio! —gritó el viejo harto de escuchar los ruidos del exterior.
—No te quejes tanto —contestó el alto quitándose un trozo de cartílago de entre los dientes—. Si no hubiese sido por ellos, la chica no habría entrado aquí y tú y yo seguiríamos comiendo hojas y barro.
—Todavía tendremos que darles las gracias —replicó con ironía. El viejo se incorporó con el estómago revuelto, pero lleno, y ayudó a su compañero a guardar algunas partes del cuerpo de la joven para el camino. No sabían cuándo volverían a comer.
—Nos vamos ya —el más alto esparció algunas vísceras por el suelo, resbaló un par de veces a causa de los fluidos pero logró llegar a la puerta trasera sin problema—. Así estarán entretenidos un rato y podremos salir sin que nos sigan.
Minutos después se alejaban de la casa. El más alto seguía intentando quitarse las manchas de sangre de las manos y la boca con el vestido de la joven y el más mayor se sujetaba el estómago con ambas manos. Con lo de hoy tendría que bastar hasta que encontraran comida de nuevo. A lo lejos aún se podía oír los guturales gruñidos de los muertos vivientes.
—Cerrad la boca de una vez— murmuró para si el más alto —No solo vosotros tenéis hambre.
Dios, qué asco…que no de relato, sino de escena, jajaja !!
Vale, date por satisfecha, que me has revuelto el estómago…y esos tres, qué tipo de zombies son, que hablan, zombies 2.0 ? Jajaja !!
Gracias por compartirlo, ha sido terrorífico !
Uf, terrorífico, muy muy zombi. De verdad que te ha quedado de película, parecía que estaba viendo a esas dulces criaturitas, jeje. Enhorabuena. Saludos.
¡Espeluznante! El detalle del cartílago entre los dientes está genial. Podrías poner algún detalle de este tipo en tu próxima novela no? jajajajajajaja
¡Ay! Qué horror, muy bien descrito. Me ha encantado. Una escenificación magnífica.
Felicitaciones, una gran historia.
Abrazo!!!
Tremendo relato, me ha recordado a La carretera, muy visual y contundente.
Gracias por participar en el Halloblogween.
Espeluznante relato, que demuestra que el hombre es un lobo para el hombre.
Un saludo.
Lo que más miedo da, es que estos lo hacen conscientemente… Espeluznante. Enhorabuena, Tessa.
Un abrazo.
Comento tarde, pero no podía dejar de comentar.
Zombies que siguen siendo humanos, con los enfrentamientos que son caracteristicas humanas, con voracidad de muertos vivos, una terrorifica combinación.
Y es posible que hayan elegido a una mujer, un chica apetecible en más de un sentido. Seguramente la eligieron premeditamente. Y hasta es posible que la hayan deseado, no solo devorarla. Y hasta el posible que la chica aceptó alguna propuesta, creyendo que iban a protegerla de los otros.
Da para imaginar tu relato.