Ruckus (Sinners of saints 2) de L. J. Shen

Título: Rukus (Sinners of saints 2).

Autora: L. J. Shen

Editorial: Chic (Principal de los libros).

Año edición: 2021.

Sinopsis

Incluso en la oscuridad, ella era la estrella que lo iluminaba todo… 

Para Rosie, Dean Cole es un amor prohibido, pero es el único que la hace sentir viva.
Dean es fascinante y salvaje a partes iguales.
Vive en un mundo sin reglas y su oscuro pasado lo persigue sin tregua.
Para él, Rosie es como una estrella: brillante, efímera e inalcanzable.
Y Dean está dispuesto a luchar contra todo para hacerse con su luz.

Mi opinión

De nuevo gracias a Chic editorial vuelvo a estar con los Buenorros de All Saints, en esta ocasión con Dean Cole, conocido como Ruckus. Y a pesar de ser, con los pocos libros publicados en español de esta autora, una fan más, me ha costado hacerme con este libro. Hasta bien avanzada su lectura no he conseguido hacer ese clic mental/emocional que me permitiera disfrutar de él tanto como lo hice con los anteriores. Quizá mis últimas lecturas de romances más pausados y mi nueva afición a los kdramas, donde la contención es lo primordial, no favorecían que mi mente estuviera preparada para Ruckus, pero por suerte la conexión entre esta historia y yo, llegó y puedo decir que la he disfrutado.

Uno de los factores que me pudieron influir también es el parecido a simple vista entre los personajes de Dean Cole (Ruckus) y Jamie (Defy) protagonista de la entrega anterior. Su carácter me era muy similar y quizá eso impedía que viera lo que Dean tenía para ofrecer y sentía pena al pensar que la autora me daba más de lo mismo. Evidentemente estaba equivocada.

Ruckus lleva enamorado de Rosie LeBlanc, la hermana de Emilia, desde el minuto 1, sin embargo su necesidad de ayudar a los demás, no dejarles en la estacada y ser el empático del grupo hizo que le dijera sí a Emilia cuando en realidad lo que quería era decirle sí a Rosie. Y a Rosie se le partió el corazón cuando su hermana y Dean empezaron a salir juntos sin embargo sabía que Emilia necesitaba a Dean para que en el instituto la dejaran tranquila, así que priorizó a su hermana por encima de sus sentimientos. Ahora once años después todos sabemos con quién acabó Emilia, como también sabemos que Dean y Rosie son vecinos; bueno, en realidad, ella vive en el bloque de apartamentos propiedad de él y le paga un alquiler simbólico.

Dean y Rosie establecen una relación donde él no para de tirarle los trastos, ella de decirle que no y meterse el uno con el otro. Sin embargo Dean no se da nunca por vencido porque sabe que ella siente algo por él y no va a parar hasta conseguirla. Rosie quiere alejarse pero no puede, lleva toda la vida enamorada de él pero el peso de haber salido con su hermana y el pensar en hacer realidad su idea romántica, cree que truncaría la relación con Emilia y eso es algo a lo que no está dispuesta bajo ningún concepto, ni siquera por Dean.

La narración nos hace bailar entre pasado y presente a modo de flashbacks en los que se recordarán momentos de su adolescencia desde su punto de vista (recordemos que lo que sabemos de ambos se nos contó en Vicious en la voz de Emilia) así que sabremos de primera mano cuáles eran sus sentimientos y porqué tomaron caminos diferentes. Los momentos del pasado hicieron que poco a poco fuera interesándome más la historia que aquí se nos cuenta y pudiera entender más a Ruckus.

Al comprender él sus sentimientos y saber que la enfermedad de Rosie planea sobre ellos, no quiere perder el tiempo más de lo que ya lo han hecho. Así que insta a Rosie a vivir sin dejarla pensar, dándole todo por hecho teniendo como justificación los once años perdidos, pero no tratándola como una enferma a la que le queda poco tiempo (aunque no se sepa cuánto es eso) sino como a una mujer fuerte que debe aprovechar su vida y que eso debe hacerlo junto a él, porque no hay más opción. Hay muchos diálogos que hacen referencia a esos momentos y la verdad que Ruckus hace reír con sus maneras de plantearle las cosas a Rosie y ella aunque le planta batalla acaban llegando a un acuerdo siempre.

Rosie es sencillamente encantadora y divertida. Sabe muy bien qué conlleva su enfermedad pero eso no le impide querer VIVIR sin pensar continuamente en lo que le puede pasar. Sus padres no dejan de recordarle su enfermedad y la carga que eso supone para los que la rodean, jamás la hacen sentir que algo de lo que hace está bien, así que por eso con Dean se siente tan viva. Él le hace sacar su lado fuerte, la trata como a una mujer sin ver otra cosa que no sea lo que tiene delante, la apoya y a la vez se apoya en ella. La prueba de ello es una escena hot en la que Ruckus saca toda su oscuridad, su rabia, su dolor y Rosie le demuestra que siempre estará ahí para él, como él está para ella.

El pasado de Ruckus es lo que aquí marca el ritmo de la narración. Se nos va desvelando información de manera que parece que nos lleva en una dirección para luego soprendernos. La autora sabe hacerlo de tal forma que no decae la intensidad ni el nivel de interés.

Me gusta el estilo de L. J. Shen, ágil, directo, ameno, divertido pero también oscuro, duro, triste y desgarrador con unas tramas que esconden más de lo que parece. Disfruto mucho con sus novelas y siempre me sorprende, así que no puedo hacer más que recomendárosla.

Mysticnox

6 comentarios

  1. ¿Instituto? Pensaba, no sé por qué, que era más mayores. Supongo que la portada me tira hacia hombres de más de treinta.
    Bueno, nunca viene mal un «buenorro», que es viernes.

    • Se conocen en la época del instituto pero la historia transcurre 11 años después. Y sí, un «buenorro» siempre es bien jajaja.

  2. Coincido totalmente contigo.
    Estupenda reseña, as usual.
    Muasss

  3. A ver si los empiezo que les tengo muchas ganas y tu sabes que estas historias me gustan!!! muy buen post y buen fin de semana

Comentarios:

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