Mi única reina (La princesa rebelde 2) de Jodie Ellen Malpas

Sinopsis

Su historia de amor comenzó intensa y apasionadamente. La princesa Adeline y Josh Jameson sabían que cualquier futuro juntos era imposible: su estatus de princesa y la posición de él como un galán de Hollywood lo impedían. Pero las cotas de placer a las que podían llevarse mutuamente fueron totalmente inesperadas. Y poco a poco los límites se hicieron más y más borrosos: lo físico se volvió emocional, y sus corazones se entrelazaron. Pero un giro cruel de los acontecimientos vendrá a amenazar su historia y Adeline se verá más atada que nunca al protocolo que exige su título. El ejército de asesores reales que esconden los secretos y escándalos de la monarquía hará todo lo posible para mantener a raya a los medios… y a Josh lejos de Adeline. Sin embargo, Josh se niega a perder a la mujer que lo ha consumido por completo y ha sido capaz de distorsionar sus límites. ¿Triunfará el poder de la monarquía británica? ¿O cambiará su intenso amor el curso de la historia?

Mi opinión

No recuerdo muy bien si es que tardó en salir la segunda parte de esta historia o es que cuando lo hizo estaba yo despistada o ¡¿qué NARICES HACÍA YO QUE NO ME LANCÉ A LEERLA DE INMEDIATO?! La verdad es que no me lo explico y debido a mi momento fangirl total al leer no he sido capaz de tomar muchas notas pero espero poder transmitiros bien mi opinión.

Sé que resultará obvio pero lo diré. Si no habéis leído el primer libro, quizá podáis encontrar destripes en esta reseña, así que os aconsejo no seguir leyendo.

Al acabar Mi amor prohibido nos quedamos con el corazón en un puño pensando que todas las ilusiones de Adeline se verían truncadas, así que con el mismo desaliento iniciamos esta nueva historia.

Tras la muerte de su padre y su hermano el sentimiento de culpa cae como una losa sobre las espaldas de Adeline. Tiene que aceptar que va a ser la reina de Inglaterra y no está preparada para ello. Sin embargo debe enfrentarse a su destino para proteger a su familia y evitar que se descubran ciertos secretos que deshonrarían a sus más allegados. En ese camino hacia el reinado cree que debe apartar a Josh de su vida porque sabe que no podrán estar juntos y si lo intentan, los hombres de confianza del antiguo rey leales a la corona harán todo lo posible por destruir esa relación y al propio Josh.

En esos primeros capítulos detallados, emotivos, tristes y a la vez con una letanía distinta a la que nos tiene habituadas la autora, sentimos que el peso del deber y el profundo dolor de Adeline se mete en nuestra piel. Parecía que arrastraba los pies con ella al caminar. Son momentos difíciles en los que mantiene una lucha interna constante entre la obligación y sus propios deseos. Sin embargo parece que se olvida de cómo es Josh Jameson y de lo que es capaz de hacer por amor. Os aseguro que tiene unas escenas en las que es imposible no derretirse.

Jodie Ellen Malpas es una de mis autoras extranjeras favoritas. Siempre consigue darme las dosis exactas de lo que me gusta para hacerme cada vez más adicta a sus historias (excepto en El protector que no me gustó). Entremezcla muy bien el erotismo con el romance haciendo que se desdibujen los límites y apreciemos tanto esa química sexual y emocional que imprime sus páginas. Pero si algo tiene esta autora que hay que destacar son sus protagonistas masculinos. Son bastante imperfectos pero a su vez son maravillosos (por lo menos para mí) Y creo que con el chico americano ha roto su propio molde como creadora (Pérdoname Jesse Ward).

Josh Jameson es arrebatador en todas sus facetas. Es siempre él mismo, nunca ha pretendido lo contario y le da absolutamente igual el status social de la persona con la que esté hablando. Es impulsivo, dice muchas palabrotas y siempre sabe sacar una sonrisa a Adeline. Tiene un gran sentido del humor que utiliza en un sinfín de situaciones y que consiguen aligerar la carga que lleva sobre sus hombros la reina de Inglaterra. En el terreno sexual Josh nos da unas escenas tórridas absolutamente intensas en las que siempre destaca su entrega y generosidad. Es efectivamente un protagonista de NO SE PUEDE MÁS (Confirmado por mí y por mis compañeras de lectura Yola y Sandra).

Debo nombrar a otro personaje masculino de esta novela que si no fuera porque ya está casado bien que nuestra Malpas le podría haber escrito otra novela. Me refiero a Damon, el jefe de seguridad de Adeline. Es un hombre encantador, protector y que ayuda y apoya siempre a nuestra reina y aunque a veces la regañe, se nota que siente un gran cariño por ella.

Adeline y Josh forman una pareja que sufre muchos cambios durante la novela. Ambos provienen no solo de clases sociales diferentes sino de culturas diferentes. Y en esta entrega se nos hace más evidente. Las formas de expresarse y de hacer frente a los acontecimientos que les aguardan nos lo demuestran. Josh siempre es más expresivo, impulsivo mientras que Adeline es más comedida y piensa un poco más las cosas antes de actuar. No obstante, él siempre sabe sacar su lado más impulsivo y la hace sentirse libre.

Es evidente que esta novela es ficción, me refiero sobre todo a las cuestiones monárquicas y a la forma de actuar de la reina en según qué circunstancias. Sería mejor calificarlo como un cuento de hadas. Pero si partimos de la base real como son las obligaciones de la monarquía con su país y los compromisos matrimoniales para seguir asegurándose su estatus, surge para mí una novela original, atrayente, llena de esperanzas, miedo, anhelo y culpabilidad que se entremezcla con una historia de amor que me ha encantado.

Sin duda os la recomiendo con la fuerza de los mares. Es una bilogía maravillosa, un cuento de hadas con final feliz en el que destacaría la importancia de rodearse en la vida de personas que te quieren por ser como eres y que te adoran tanto como tú a ellas. Es una novela que habla de la culpabilidad, de familias que esconden secretos que las destruyen pero sobre todo de un amor impetuoso, intenso y que otorga la fuerza para enfrentarse a todo y a todos.

«Porque el amor siempre debería salir victorioso»