Rock (mi roca) de Anyta Sunday

Sinopsis

Un romance M/M entre dos hermanastros: Cooper y Jace. Una historia de amor a fuego lento que sigue la vida de sus protagonistas desde la adolescencia hasta los veintitantos y nos hace testigos de cómo su amistad se transforma en amor.

Mi opinión

Este es un cambio de registro importante en la trayectoria de Anyta Sunday. Estamos acostumbradas a leerla en comedia ligera y esta historia no tiene nada que ver. Es un drama YA pero no os asustéis que es romántica y ya sabéis lo que eso significa.

Aunque el cambio en el tono de esta novela sea muy acusado, podemos reconocer ese estilo particular que tiene Anyta en todas sus historias. Esa complicidad innata e inesperada que crea con sus protagonistas y esos secundarios que siempre les apoyan y les ayudan a sobrellevar su carga emocional. De esto encontramos y mucho en las dos primeras partes de las tres en que está clasificada la novela. Pero en esta ocasión no ha sido suficiente para que me gustara esta nueva trama.

La historia arranca cuando se separan los padres de Cooper y su padre rehace su vida con Lila, la que fue su mejor amiga de la juventud. Esta tiene un hijo llamado Jace con el que al principio no parece hacer buenas migas aunque todo es apariencia. Toda esta situación es un estrés emocional para Cooper que solo halla consuelo en buscar piedras que atrapen esos sentimientos y consiga la paz que necesita. Las piedras no solo le sirven como descarga sino también para impregnarlas de recuerdos, otorgarles una simbología en su propia vida y volver a ellas en los malos momentos para sentirse mejor; por ello las colecciona y sueña con ser geólogo en el futuro.

De Jace sabemos poco, solo que parece adaptarse a la nueva situación familiar mucho mejor. Intenta siempre que las cosas sean mejor para Cooper aunque eso signifique dedicarse miradas enfurruñadas que al fin y al cabo solo sirven para remarcar que están en el mismo barco. Sin embargo a veces parece que juega a dos bandos sobre todo en el plano sentimental y eso ha hecho que no confiara en él del todo, máxime cuando Cooper es tan emocionalmente débil al inicio.

Sinceramente aunque toda esta complicidad iniciada en una amistad preadolescente está muy bien detallada se me ha hecho muy larga. Es casi un 50% de la historia. Anyta es muy hábil con este tipo de situaciones como bien he comprobado en otros libros, por ello no entiendo cómo en esta historia se alarga tanto. Se que son preadolescentes y que se quiere remarcar el aspecto emocional y la situación en la que viven, pero creo que menos es más.

Sin embargo el problema principal estriba en que cuando llega el instante de cambio en la trama, se ha desmoronado todo para mí.

Podría haber sido una gran historia si la autora se hubiera atrevido a ello o si el momento de inflexión se hubiera planteado de otra forma porque tal y como está para mí no es creíble. Pero no tan solo eso, sino la reacción de los personajes tampoco. En ese instante hay algo que puede cambiar sus vidas y que ninguno de los dos sea capaz de enfrentarlo en ningún momento me ha hecho aguas por todos lados. Así que aposté por esperar un final en el que las cosas se aclararan de una forma o de otra y no ha sido así tampoco. En cuanto a la resolución del conflicto no solo pienso que la autora no se arriesga sino que por el contrario recula y con ello para mí no tiene sentido todo lo sufrido anteriormente. Se que es difícil entender lo que digo sin explicarlo claro del todo pero creo que es mejor que lo leáis y quizá entonces me entendáis. A lo mencionado anteriormente se suma el hecho de que se abusa de conseguir la lágrima fácil del lector y aunque algunas cosas me han tocado el corazón, ni han sido suficientes ni han jugado en su favor en esta ocasión.

Es una bonita historia sobre todo la primera parte y aunque a mí se me haya desinflado, os animo a que la leáis y os forjéis vuestra propia opinión.

Gracias a Virginia Cabanillas por la estupenda traducción y por hacerme llegar el ejemplar en digital.