Las indiscreciones de lady Margaret (Minstrel Valley 12) de Begoña Gambín

Sinopsis

Pese a que lady Margaret Ashbourn sabe que tarde o temprano debe casarse, entre sus prioridades no está encadenarse a un hombre de por vida. Para ella, caer rendida ante el amor es una trampa revestida de felicidad y cuyo pago es la libertad. Pero la atracción que empieza a sentir por ciertos besos ocultos tras una máscara la confunden.

Andrew Kaye, vizconde Ditton, es uno de los jóvenes más perseguido y deseado por las jóvenes casaderas de Londres. Sin embargo él, en secreto, solo tiene ojos para Margaret. La atracción que siente por ella ha ido creciendo en intensidad a lo largo de los años. Pero cuando por fin se decide a manifestar sus sentimientos, alguien se interpone entre él y su enamorada.

Mi opinión

Estamos ya casi casi al final de esta serie. De nuevo viajamos a Minstrel Valley y en esta entrega seremos espectadores del romance entre lady Margaret Ashbourne y el vizconde Ditton.

Partimos de una amistad nacida desde la infancia y que poco a poco ha hecho mella en Andrew que descubre que está enamorado de Margaret y decide esperar a que sea el momento oportuno para cortejarla. Ella es ajena a estos sentimientos pues no ve más que a un amigo/hermano en Andrew, hasta que cierto día y debido a su curiosidad empiece a verlo de diferente forma.

Margaret es una joven despierta, vivaz y que no cree en el amor y menos en le matrimonio porque siente que se le coartará su libertad, así que lo rechaza de pleno. Quiere conocer mundo, vivir aventuras, que se la escuche, dar su opinión y que esta sea valorada. Cosa que cree que perderá en cuanto acceda al matrimonio.

Andrew Kaye es un joven alegre y divertido, pero que a edad muy temprana debido a la muerte de sus padres tuvo que hacerse cargo de su título y de su hermana Hester, gran amiga de Margaret y convertirse en un hombre más responsable.

El romance parte de la amistad. En un principio solo conocemos los sentimientos y pensamientos de Andrew y por ello quizá ese primer beso no solo no me ha convencido, sino que además es inesperado. Pienso que ni el momento ni la situación era la idónea. Para mí, no sigue una línea temporal adecuada con lo que no se consigue el clímax que se pretende. Cierto es que después la situación cambia y comprendemos mejor a Andrew que sin duda me parece mejor personaje que ella.

A partir de aquí y por una serie de supuestos robos, malentendidos y engaños se consigue una historia más entretenida aunque haya ciertos aspectos que no me han conquistado.

En esta historia está todo demasiado exagerado. Creo que la autora se maneja bien en el aspecto cómico de las situaciones y creo que se debería haber orientado así, puesto que parece una parodia/sátira de las propias novelas de romántica histórica. Y la he disfrutado un poco más porque así me la he tomado.

Las pullas de Andrew, la locuacidad de Margaret, su conexión y complicidad hacen que sus diálogos sean divertidos y lo mejor de todo el libro puesto que desde mi punto de vista hay un exceso de descripciones durante toda la novela que si bien nos ayudan a situarnos, se hacen demasiado farragosas y enlentecen el relato.

Las indiscreciones de lady Margaret, es de ese tipo de novelas en las que continuamente ocurren cosas y eso a veces es lo que nos gusta a las lectoras de romántica sin embargo creo que en esta ocasión el introducir tantos elementos distintos para hacerla más atrayente no ha jugado en su favor. Estos elementos no siguen una coherencia temporal en el relato y a pesar de que nos hacen desviar la atención, luego solo se acaba centrando en los protagonistas, en lo que siente Andrew y en el miedo al matrimonio de Margaret.

Para mí ha sido una novela demasiado larga. Hay demasiadas apariciones de las parejas de anteriores entregas de la serie que en sí mismas no aportan nada a la trama. El lenguaje es en ocasiones demasiado coloquial para el tiempo histórico al que pertenece, lo que en algunos momentos descentra de la lectura.

En conclusión diré que me la he tomado como una novela de humor que parodia ciertos aspectos de la romántica histórica a la que se le añade un toque contemporáneo en el comportamiento de sus protagonistas. Y el humor siempre viene bien.