Todas las canciones de amor que suenan en la radio de Cristina Prada (Trilogía completa)

Sinopsis

Cuando una huelga de metro hace que Maddie Parker llegue tarde a su entrevista de trabajo, no imagina cuántas cosas están a punto de cambiar. Entre ellas, conoce al atractivo, arrogante y exigente Ryan Riley, un empresario de éxito que le ofrece un empleo imposible de rechazar.
Ryan siempre ha controlado todos los aspectos de su vida, pero ahora se siente irresistiblemente atraído por la sexy, inocente e inteligente criatura que, rompiendo todas sus reglas, ha decidido contratar. ¿Cuánto tiempo podrá contenerse?
Entre peleas y reproches, tanto en la oficina como fuera de ella, acabarán cayendo sin remedio en una relación salvaje, descarada y adictiva que hará que Maddie descubra sus propios límites y todo lo que Ryan significa para ella.

(Es solo la sinopsis del primer libro aunque creo que resume muy bien la trilogía completa)

Mi opinión

Hace ya un tiempo leí Manhattan Sexy Love de esta misma autora y aunque con ciertas reticencias me gustó. Tenía esta trilogía y decidí empezarla en mis vacaciones. En principio no iba a hacer reseña, puesto que no llevaba mis bártulos reseñiles pero me hice con una libreta y os voy a contar a grandes rasgos mis sentires con respecto a los tres libros.

Es una historia cliché de manual. Millonario hermético y empleada joven y risueña que se atraen pero que a la vez intentan mantenerse alejados, pero la pasión y la química son tan chisporroteantes que les es imposible. Como ya he dicho en otras ocasiones yo no tengo problemas con los clichés, sin embargo en esta trilogía hay un abuso de ellos sin que haya nada más en la trama para sustentarlos.

Puedo afirmar con seguridad que la química y la complicidad sexual son evidentes, palpables, bien narradas y que me han gustado mucho hasta que llegados a un punto, una debe decir basta ante tanta repetición. Soy una ávida lectora de erótica, me suele gustar bastante, eso no quiere decir que un libro en el que hay más sexo que diálogo me vaya a encantar y más cuando las escenas se repiten una y otra vez. Se insiste en demasía en la belleza de Ryan y sus ojos azules con los que doblega a Maddie en cualquier momento y circunstancia. Es una relación basada en el sexo, y no es que me parezca mal, pero para mí el amor no existe hasta casi el tercer libro y aún así tengo mis dudas.

En los tres libros la estructura es la misma: se desean, follan, se pelean, Ryan la mira con sus ojos azules y a ella se le pasa todo. No hay una trama subyacente, no sabemos el porqué nunca Ryan habla de sus asuntos y cuando esperamos el gran trauma, pues todo se queda en nada y entonces comprendes aún menos por qué se han hecho tres libros.

La narración está plagada de repeticiones de frases hechas como “Quitar la alfombra de debajo de los pies” también en cada escena sexual el consabido “Gimo. Grito” y no soy yo de las que sacan puntilla a estas cosas, ni tan siquiera si se repiten en otros libros lo menciono, pero es que en esta trilogía salen a colación infinitas veces.

Hay sucesos en la vida de una mujer que marcan por lo doloroso de la situación, uno de ellos se refleja en el último libro de una manera para nada realista. Y lo digo porque lo he vivido en primera persona y también desde el otro lado como profesional de la salud. Me quedé atónita de la forma en la que aquí se explica ya que dista mucho de la realidad por lo exagerado del relato.

Decir que estos libros son una mezcla de otras novelas, no es nada nuevo y más cuando los propios personajes femeninos los mencionan, pero debo decir que Todas las canciones… queda muy lejos en lo que se refiere a asemejarse a dichos libros, creo que ya me entendéis.

No han sido unas novelas para mí. Creía estar leyendo el mismo libro una y otra vez, lleno de comportamientos infantiles, escenas de sexo repetidas y con una resolución de conflicto muy precipitada.