«Los amantes del cielo (Saga Sangre y Cenizas 1)» de M.C. Sark

MI OPINIÓN:

Hace tiempo cuando aún no colaboraba en el blog, leí la saga Amor y Sangre de M.C. Sark con la que descubrí un mundo paranormal diferente a lo acostumbrado. Al saber que ahora publicaba una nueva saga, un spin off de la anterior, me puse con ella. Y es que ahora estoy de nuevo “on fire” con lo  paranormal, porque en realidad si me paro a pensarlo este subgénero es de mis preferidos y a veces parece que lo olvido al ir sumando cada vez más libros a la lista de los eternos pendientes. Así que con esta premisa me lancé a leerlo y ahora os explico cómo ha ido la lectura.

La historia tiene un buen inicio. Un profesor y su alumno más aventajado en busca de unos “tesoros” en un cementerio muy a lo Indiana Jones, consiguen captar nuestro interés. El profesor Lund es el padre de Anabel, la protagonista. Lund siempre ha creído en los vampiros y ha dedicado parte de su vida a estudiar manuscritos y encontrar pruebas de su realidad. Un poderoso empresario conoce el trabajo del profesor y quiere capturar vampiros para añadirlos a su colección de trofeos, así que pretende secuestrar a Anabel para mediante el chantaje obtener el trabajo del profesor y dar con el paradero de estos seres.

El mundo vampírico conoce de la existencia del profesor y de su hija y al saber que se hallan en peligro deciden ayudarles. En ese momento se conocerán Anabel y Korbinian. Él es el encargado de mantenerla a salvo y puesto que casi muere por ello, se crea entre ellos una relación diferente, más cercana.

Esta situación fue un primer escollo para mí porque me parecía más una relación fraternal que una de pareja. Surge todo del agradecimiento de Anabel hacia él y me costó ver más allá, sobre todo porque ella está constantemente dudando de lo acontecido entre ellos.

La historia de La Bella y la Bestia está muy presente en este libro, no solo en las partes  en que se la menciona directamente, si no al inicio cuando conocemos físicamente al protagonista.

Korbinian tiene la mitad de la cara quemada (no solo es un monstruo por su condición de vampiro, si no ya por su apariencia exterior). No os voy a contar porqué tiene el rostro así, eso lo descubriréis leyendo el libro, sin embargo a pesar de lo horrible que pueda parecer es tan maravilloso por dentro que no parece un vampiro. Es tan humano que se nos olvida su naturaleza, su verdad. 

Creo que es el vampiro más bueno, tolerante, caballeroso, honesto, leal, paciente, tranquilo y empático que he conocido en toda mi vida lectora de paranormal. Debido a esto, ha habido momentos en que no he comprendido a Anabel. En un momento parece estar aterrada por lo que es Korbinian, aún sin motivo porque NUNCA ha sido un vampiro real con ella, y en otro se lanza a besarlo e incluso a intimar con él para inmediatamente volver a dudar. Y esto es lo que me ha parecido menos creíble, la actitud de Anabel. En ningún momento tiene base alguna para comportarse de esa manera, por lo menos a mi forma de ver. La mayoría de veces me ha parecido una niña de 13 años que no sabe lo que quiere.

Cuando leo paranormal lo hago porque encuentro una intensidad en cuanto a sentimientos, a mostrar la pasión que muchas veces en otros libros no siento tanto. Uno de los momentos más importantes surge cuando los protagonistas intiman por primera vez. Me parece bien si no se explica todo con pelos y señales porque la autora no lo cree conveniente o porque no sea ducha en ese tipo de escenas, pero cuando se explica que se ha tenido esa “conexión” tan especial necesito como lectora que los personajes me expliquen con sus propias palabras lo que están sintiendo y en este caso no es así. La escena es totalmente narrada de forma muy “blanca” y para mi gusto le resta emoción a un momento en el que deberíamos sentir esa unión.

Los personajes secundarios que rodean a Korbinian y a Anabel están muy bien definidos. Todos tienen su propio carácter y su propia voz en la trama, de ahí que desees saber más de ellos y te enganches a la lectura. Y en este preciso instante voy a romper una lanza en favor de otro vampiro: Wigan. Wigan es el hermano de sangre de Korbinian y parece ser que nos lo quieren presentar como el típico vampiro del que nadie se fía, sin haber tenido durante el libro ningún motivo. Sinceramente me ha parecido uno de los vampiros más auténticos, con ese punto de ironía y rebeldía que me ha hecho sonreír.

La autora posee una estupenda capacidad para describir lugares en los que no hemos estado y sin embargo sentir que formamos parte de ellos, que los estamos viendo. Nos imbuimos en el mundo de elegancia y estilo de los vampiros con suma facilidad y nos dejamos llevar por la magia de la historia de su pasado.

La trama en sí no tiene muchos giros argumentales, ni un punto de inflexión clave, aunque hay algún acontecimiento que sí nos sorprende, no obstante se lee fácil y atrapa.

Para ser un primer libro de saga es interesante y te deja con ganas de saber que pasará en la siguiente entrega. Y aunque Korbinian me ha gustado, soy más entusiasta de otro tipo de protagonistas, alguien con más “sangre” en las venas (aunque los vampiros ya se sabe), alguien más  difícil de descifrar y que nos anime a salir de nuestra zona de confort, alguien más como WIGAN….

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