Hoy es día de hacer balance.

El último día del año parece que nos entra cierta morriña y comenzamos a rememorar acontecimientos importantes, sean buenos o malos, que hemos vivido a lo largo de estos 365 días que están a punto de terminar. Nos acordamos de aquellas personas que han estado a nuestro lado cuando las hemos necesitado, o de aquellas que por desgracia han dejado de estarlo. De todos los propósitos que nos habíamos impuesto desde el día 1, aún con los estertores de las campanadas, y que el día 2 ya estábamos posponiendo para el 3 y así sucesivamente…

Como yo no quiero ser menos, y de toda la vida me han dicho que es de bien nacido ser agradecido, voy a hacer mi pequeño balance, positivo, porque lo negativo no vale la pena recordarlo, de este 2014. Este año he visto crecer el blog, que aunque sigue siendo humilde me ha deportado grandes alegrías y sobre todo amistades. Cierto que empecé el año con una novela terminada desde hacía meses y sin atreverme a enviar a editoriales. Mientras me decidí (y me animaron a hacerlo) fui reseñando y poniendo protagonistas; haciendo algún concurso con mis nuevas amigas de EntreLíneas (como el de San Valentín que espero que se repita este año) y presentándome a concursos de relatos para tantear qué tal me leía la gente. Por esa misma razón, apareció una de las historias que más alegrías y quebraderos de cabeza me ha dado este año, «Misión hippy«. La parte de la alegría ya sabéis por qué. Ha sido fantástico interactuar con vosotros y ver cómo evolucionaba la historia de Martín y Zoe, pero al mismo tiempo ha sido un poco estresante publicar capítulo a semana. No obstante, estoy contenta y satisfecha con el resultado, y más ahora que lo he mejorado, ampliado y espero que pronto vea la luz. ¿Véis? ya me he pasado a los proyectos de 2015. Perdonad, retrocedo. Bueno, pues como os he dicho despediré este año con una sonrisa en los labios porque finalmente los relatos que presenté a concurso vieron la luz. Los dos que escribí para «152 rosas blancas» de la editorial Divalentis. El que presenté al I concurso de relatos «Truco o trato» del blog B’Radic y el último que quedó finalista en el II concurso de relatos contra la violencia machista del ayuntamiento de Tarrassa. Y por si esto fuera poco, vi cumplido el sueño de publicar mi primera novela, «Lo que sea, pero contigo» y que, dicho de forma humilde, me está dando muchas alegrías. Gracias a todos los que me escribís o los que incluso me paráis por la calle para decirme que no habéis podido parar de leer hasta terminarla. Sois el combustible perfecto para seguir adelante.

Y ahora sí. ¿Qué tengo pensado para el 2015? Pues para empezar, y como os he dicho, «Misión Hippy» que verá la luz con el nombre de «No te dejaré escapar». Siguiendo,  si ya habéis leído «Lo que sea, pero contigo» sabéis que me dejé a dos personajes un tanto a la deriva. No os preocupéis que Cleo y César tienen su historia, o al menos la están teniendo porque estoy en ello. Y qué más, qué más… ¡Ah sí! También tengo el esquema de la novela de cierto soldado bien dotado que levantó pasiones en «Misión Hippy». Seguro que ya sabéis de quién hablo. Y por si esto fuera poco, una novela histórica (de highlanders) empezada desde hace meses pero que he tenido que retrasar por la publicación de «Lo que sea pero contigo».  Así que si queréis seguir leyéndome ya sabéis que podréis seguir haciéndolo. Y por último y como siempre,  las puertas de esta mi casa están abiertas, bienvenidos.

Sed muy felices.
Feliz y romántico año.

Tessa C. Martín