Encontrando a Silvia de Elisabeth Benavent

Sinopsis

Silvia necesita estar al lado de Gabriel, saber que está bien.
Pero Gabriel no cree en el amor; no como Silvia.
Silvia tiene problemas con Álvaro cuando recibe una oferta irrechazable.
Silvia busca señales; desea encontrarse.
Pero el lado oscuro de la fama y una personalidad autodestructiva la pondrán a prueba.

Mi opinión

Al inicio de esta historia Silvia y Álvaro están en tensión constante dentro y fuera del trabajo. Gabriel no ceja en su empeño de que vaya con él a Los Ángeles y trabaje como su asistente personal, así que al final en una nueva huida hacia adelante decide irse con él. Y mi corazón ya empezó a encongerse ante la reacción de Álvaro, porque a pesar de todo a mí siempre me ha gustado. Pero aplaudí a Silvia en ese momento, porque es de los personajes que se puede equivocar en sus elecciones, no obstante, una vez toma una decisión no da marcha atrás. Me pareció muy madura la conversación que tiene con él en ese momento y me hizo ver a la Silvia que me iba a encontrar en este libro.

A su llegada a LA, todo parece fluir con Gabriel. Es atento, divertido, cariñoso y se deshace por ella. Y quizá yo también empezase a ver a Gabriel con otros ojos y a quererle como hace Silvia, pero el miedo que la atenazaba a ella creyendo que perdería su corazón si se lo entregaba, era el que tenía yo también, incluso más.

A pesar de que su relación en principio es solamente emocional, la atracción entre ellos crece y crece de un modo tan bien descrito que nos hace recordar a la adolescencia, en el que un querer y no poder nos hacía ser unas bombas de relojería tanto física como emocionalmente. Sentía crecer en mi interior una angustia a veces buena y a veces mala que me hacía sufrir y gozar a la vez. El tener noticias de Álvaro y de cómo él mismo también va cambiando, me partía el corazón. Llegados al punto en el que Silvia está enamorada de Gabriel y él de ella, pero sigue en contacto con Álvaro, me tenía en una cuerda floja de emociones. Sinceramente, por fin me he reencontrado con una Benavent que me ha gustado en ese aspecto porque no sabía para dónde iba a tirar.

Sin embargo mi intuición ya me lo decía. Cuando Gabriel empieza la gira, es cuando se complica todo. El ambiente en el backstage y el deterioro de Gabriel se hacen tan reales que como lectora vas muriendo un poquito, como Silvia. La humillación emocional a la que se ve sometida no hace sino reforzar su idea de que está enfermo y que va a permanecer a su lado porque le quiere. No lo abandona ni un segundo cuando lo que está pidiendo a gritos Gabriel es alejarse de él, puesto que rechaza a todo el mundo y sinceramente ocurren cosas que no sé si yo misma en esa tesitura podría olvidar. Han sido momentos muy desagarradores para mí como lectora, he llorado mucho. Lo que sentía Silvia se me metía tan dentro que me costaba incluso respirar. Y en un momento dado, Silvia demuestra su madurez cuando a pesar de todo lo que siente por Gabriel dice basta y vuelve a Madrid porque no se puede ayudar a quién no quiere. El cambio tiene que desearlo uno por sí mismo.

En esta nueva etapa, Silvia es una zombie. Sí, está muerta en vida. Cuán diferente es la relación de Álvaro y Silvia en este momento de la del primer libro. Álvaro es como siempre habíamos querido que fuera pero ahora todo es distinto porque conocer el amor y perderlo nos cambia. Qué desgarradora es toda esa situación, con los pensamientos de Silvia, qué diferente es ahora el sexo y aunque parezca que todo es igual, no lo es porque Gabriel y lo vivido con él, lo ha cambiado.

Es una historia que me ha llegado muy dentro. La evolución como personaje no es solo cosa de Silvia, sino de Álvaro y por supuesto de Gabriel. Los tres son imperfectos pero saben encontrar su lugar en el mundo. La narración es ágil, engancha y no puedes dejar de leer. Y aun cuando estaba enfrascada en mi vida cotidiana y mis rutinas, no dejaba de pensar en Silvia, en Gabriel, en Álvaro y en los duros momentos que se viven en este libro. Nuevamente los diálogos hirientes, divertidos, irónicos, llenos de amor, de desamor… son el punto fuerte de esta autora y gracias a ello se logra esa tensión dramática que caracteriza a esta novela. El lenguaje, los pensamientos de Silvia son muy intensos, profundos y a veces difíciles de asimilar por el dolor que destilan sus palabras.

He reído, he llorado, he sufrido y hasta he gritado «Noooo» en alguna que otra ocasión. Pero sobre todo me he reconciliado con Elísabeth Benavent y espero no tardar mucho en leer otro libro suyo.