«Trazos secretos» de Díaz de Tuesta

MI SINOPSIS:

Richard Arlington y Ana Cruz-Ortega se conocen en una fiesta y sin apenas saber nada el uno del otro, comparten un momento íntimo que les marcará a los dos. Sin embargo hay alguien más que los observa y no dudará en sacar provecho de ello sabiendo que Richard, en ese momento Duque de Oxford, es miembro del servicio secreto inglés y que el reputado pintor Cruz-Ortega, padre de Ana, podría ser La Sombra, un espía de los más perseguidos.

MI OPINIÓN:

Conocí a Díaz de Tuesta por las redes sociales, concretamente en Twitter, donde hablaban muy bien de sus libros, así que me lancé y le pregunté directamente a ella cuál de sus obras me recomendaba para empezar y sin dudarlo me dijo: Trazos secretos. Así lo hice y aquí os traigo mi reseña.

Este libro no es fácil de reseñar si una no quiere hacer spoilers, porque la trama es densa y está llena de situaciones complicadas.

Richard y Ana se conocen en una fiesta cuando nuestra protagonista tiene 17 años y está manteniendo una acalorada conversación con el que ella entonces cree su gran amor, un joven que se ha prometido con otra por su abultada dote. Richard presencia esa discusión y sale en ayuda de Ana a la que no ha podido quitar los ojos de encima durante la fiesta. Después marchan solos a los jardines, en contra de la norma establecida, y se entregan el uno al otro de la única forma que pueden sin que el honor de ella quede en entredicho. Al separarse creen que ese momento tan íntimo ha pasado desapercibido para todo el mundo, sin embargo hay alguien en las sombras que ha sido testigo y que se beneficiará de ello.

La trama transcurre entre Inglaterra, España y una ciudad de oriente llamada Kaifar, todo ello a finales del s.XIX. Las descripciones de esos lugares, sus costumbres y sus gentes están muy bien narradas, hasta el punto que parece que al leerlas también estés disfrutando de esas localizaciones. Me encantó Kaifar, donde me encontré cautivada por Omar, el primo de Richard, con sus sabias palabras y por Noor, hermana de Omar, que a pesar de vivir en una sociedad en la que las mujeres no tenían poder de decisión, no pasará desapercibida y se hará escuchar.

El argumento nos lleva por un mundo de honor, patriotismo y a la vez traición, odio y venganza, todo ello iniciado por un sentimiento al que a veces no le damos importancia y que caracteriza tanto al ser humano: la envidia.

El libro tiene mucha acción y aventura. Te mantiene en vilo con unas escenas que no sabes cómo acabarán hasta casi el último momento, cosa que me ha hecho sufrir, aunque las he disfrutado mucho. Cierto es que esto no ocurre desde el principio, hay que avanzar en la lectura hasta que entramos de lleno en la trama para disfrutar de los agentes secretos, espías y demás malhechores.

Ambos protagonistas son tercos, obstinados, dotados de un fuerte carácter que da mucho juego y nos obsequian con unos diálogos a veces con mucho sentido del humor y otros muy duros en los que se echan en cara cosas que duelen. Y aquí encuentro un aspecto a remarcar de esta obra. No es el típico amor que se encuentra con trabas y juntos las superan, ellos mismos son las “trabas”.

Richard y Ana pasan por situaciones muy difíciles que les llevan a desconfiar uno de otro de tal manera que se dirigen palabras muy hirientes y que provocan unas situaciones insostenibles entre dos personas que se aman. En muchos momentos creí que el amor que se profesaban no sería lo suficientemente fuerte para soportar todo lo que estaba ocurriendo, sin embargo la autora resuelve muy bien los conflictos que provocan las constantes disputas de la pareja, aún cuando cada uno creía que actuaba conforme a sus principios.

En definitiva me ha gustado mucho por una trama bien elaborada, por una narración cuidada y acorde al tiempo en el que transcurre, por la dosis de aventura y acción que te mantiene en vilo de tal forma que hasta casi el final no descubrí la verdad y por unos protagonistas diferentes que luchan por sus ideales aunque eso suponga, a veces, dejar de lado el amor.