«Misión hippy» Capitulo 18 segunda parte

—Y pese a ser íntima seguro que usted sabe la respuesta.

—Mire capitán, voy a decirle lo que sé y con esto zanjamos el tema. Si quiere saber algo más sobre Zoe tendrá que hablar directamente con ella.

—Eso es justo lo que voy a hacer. Pero quería saber unas cuantas cosas antes.

—De acuerdo. Pues preste atención porque es lo último que va a saber de Zoe de mi boca —Vicky suspiró y se dispuso a contar la vida de Zoe al hombre que ahora se empeñaba en castigar a su amiga— . Se quedó un tiempo en mi casa. La recogí después de que ella volviera de la base, destrozada por verlo con otra mujer. Pasó un tiempo antes de que saliera de su apatía y empezara a centrarse en su carrera, empezó a trabajar para ACNUR y vivió durante un tiempo en Bruselas. Luego no paró de viajar,  hasta que su padre falleció.

—¿Cuando fue eso? —Preguntó preocupado.

—Hace dos años. Lo pasó bastante mal, su padre no aprobó que dejara de trabajar para Nico, la tachó de inconstante y floja. Justificó el despido del italiano, así que le cerró el grifo. Nada de ayudas económicas. Aunque ella ya las había rechazado… Mientras Zoe se preparaba para entrar en la organización trabajó de camarera, de cajera, de dependienta… Su madre intentó ayudarla, pero ella no quería que nadie le sacara las castañas del fuego. Fue cuando llevaba un año en Bruselas que se pusieron en contacto con ella, su padre había sufrido una insuficiencia cardíaca y se encontraba bastante grave. Hacía más de un año que no se hablaban, desde que es hombre defendiera al italiano en lugar de a su propia hija. Zoe llegó justo a tiempo para despedirse. Desde entonces está volcada en su carrera, con parte de la herencia fundó esta ONG. Sí capitán, esta, la que usted está evacuando —Vicky sonrió ante la cara de asombro de Martín— . Actualmente trabaja, como ya sabe, de agente de la ONU. Y eso es todo lo que le voy a decir. ¿Contento?

—Prepare a mi compañero. Nos marchamos. Gracias por su información, doctora.

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