«Diagnóstico del placer»de Mimmi Kass

MI SINOPSIS:

Inés y Erik no pueden permanecer separados, pero que dos personalidades como las de ellos se complementen no es sencillo. El trabajo en el hospital es estresante, y más cuando se les plantea un caso en el que recordarán el porqué de su vocación. Por ello es, que cuando están juntos se sienten bien, relajados. Sin embargo Inés necesita más y se pregunta si Erik aunque parece gustarle mucho estar con ella, de verdad lo quiere.

MI OPINIÓN:

Por fin cayó en mis manos la segunda entrega de En cuerpo y alma. Le tenía muchas ganas porque me quedé con el corazón un poco encogido con el final del anterior libro y a la vez pensaba cómo iba a conseguir Mimmi que esta pareja se entendiera…

Inés y Erik son una pareja de tercos, cada uno a su manera, ella con su carácter más latino y él el vikingo frío que se cierra más que una ostra en ocasiones. Pero en su unión piel con piel, hay un entendimiento en el que sobran las palabras, se complementan a la perfección y las barreras no existen. La erótica que destila la historia es abrumadora, hay una química extraordinaria entre los personajes que traspasa las páginas del libro y atrapa al lector. En cada una de ellas se entregan más y van dejando paso a un amor que aunque crece, fuera del dormitorio cuesta más de expresar, sobre todo a Erik.

Encuentro tras encuentro, sienten que hay algo más a lo que no se atreven a dar nombre, aunque alguna situación los fuerce a ello.

He sufrido como Inés, porque es reconocible esa sensación de tener las palabras agolpadas en la garganta y no decirlas porque crees que la otra persona no te va a corresponder igual y a pesar de todo, seguir adelante porque la idea de no estar con él es mucho peor. No obstante el sentimiento de querer más no deja de crecer.

También he sufrido como Erik, en ocasiones dar una paso hacia adelante da miedo, y el no decir lo que la otra persona quiere oír, no significa sentir menos. Con todo esto tenemos un cóctel explosivo que nos mantiene pegados al libro.

Ambos evolucionan como personajes en esta entrega, aunque Inés sigue presa de sus arrebatos, sabe admitir un error y pedir disculpas por ello. Comprende cada vez mejor, a medida que avanzamos en la lectura, los silencios de Erik y sabe darle su espacio cuando lo necesita, aun cuando ella lo que quiere son respuestas. Y Erik, de verdad que me tiene ganada. Le adoro, pero no es un hombre sencillo, no obstante se puede ver como va cambiando. Estar con Inés, hace que se abra más en cuanto a expresar con acciones lo que siente, a su vez también hace que se tambalee su mundo y sea capaz de ver las cosas desde otra perspectiva aunque no esté de acuerdo.

Erik es de esos personajes que te cautivan y no tan solo por sus artes amatorias, que también, si no por que es de esos hombres con los que se puede contar, esos que siempre están ahí para ti y que cuando menos los esperas te sueltan unas frases que destilan puro amor sin haber dicho ni un solo te quiero.

La ambientación sigue transcurriendo en Santiago de Chile, lugar que conoce a la perfección la autora y se nota en sus descripciones y en el cariño con el que habla del lugar. En esta ocasión a parte de la zona mejor situada económicamente, conoceremos lugares donde los más desfavorecidos no cuentan con una sistema sanitario en condiciones que les equipare a los demás ciudadanos chilenos. Donde el no tener dinero no permite acceder a unos cuidados a los que se debería tener derecho. En ese lugar será donde los protagonistas recuerden de donde proceden y hacia donde quieren dirigirse.
Otra zona donde viajaremos será a Tromso, localidad natal de Erik. Todo permanece como él lo dejó y a pesar de sentirse en casa, tendrá el corazón dividido porque Chile ahora también es su hogar.

Como siempre los personajes secundarios ponen los pies en el suelo a nuestra pareja. Sobre todo a Inés, quien tiene en Nacha a su mejor amiga y confidente, aunque eso no significa que le de la razón en todo, si no al contrario, le hace ver sus errores. Al igual que Dan que ha sido siempre un buen amigo y no quiere que Inés sufra.

Con todos estos estos ingredientes, Mimmi Kass ha cocinado una historia para mí, adictiva. La forma en que los protagonistas desempeñan su trabajo, hace que veas la medicina desde diferentes puntos de vista y estés de acuerdo con ambos.
La erótica y la pasión están muy presentes a lo largo de toda la historia, porque así son Inés y Erik. Cuando están juntos sus cuerpos hablan, dejan de pensar y se dedican a sentir, y gracias a ello su complicidad y su confianza crecen, al igual que su amor. Solo nos cabe esperar a que la distancia que se ven obligados a mantener no sea el olvido.

Es una lectura ágil porque enseguida te atrapa, con unos diálogos en ocasiones divertidos y en otras muy intensos cuando Erik muestra su lado más vulnerable, pero sobre todo con una erótica que despierta los sentidos, que hace vibrar y que nos muestra que somos capaces de traspasar límites por quien amamos.